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Jalea Real para tu vida. En el inicio de los tiempos ¿somos un lienzo en blanco?

Todo empieza a cambiar cuando nos hacemos conscientes de nuestra individualidad, es ahí cuando nuestra autoestima puede empezar a moverse como carrusel.
En el inicio de nuestra vida somos un lienzo en blanco, una esponja nueva, un libro por escribir, por eso todos/as tenemos la posibilidad de desarrollar una autoestima alta.

¿Cómo se desarrolla la autoestima en los niños?

Todo empieza a cambiar cuando nos hacemos conscientes de nuestra individualidad, es ahí cuando nuestra autoestima puede empezar a moverse como carrusel.

Un niño tiene una autoestima alta si:

  • Tiene cubierta sus necesidades básicas.
  • Se atiende a sus llamados de auxilio, o se refuerza y atiende su alegría.
  • Se le refuerza en sus logros por pequeños e insignificantes que nos puedan parecer. No olvidemos que para un niño aprender a silbar es un logro inmenso.
  • Fomentar y ayudarle a desarrollar su personalidad, sin intentar cambiarle.
  • Cuando no se siente obligado a hacer aquello que no quiere u odia. Si no quiere por nada del mundo jugar a football, no lo obliguemos.
  • Si se le refuerza por sus logros y no estamos comparándolo constantemente, con hermanos/as, primos/as o amigos/as.
  • Cuando escuchamos sus opiniones haciéndole ver que nos interesan.
  • Tener normas y directrices claras, hace que su autoestima aumente. Si no ponemos la norma de lavarse las manos antes de comer y luego le reñimos por no hacerlo, hacemos que se sienta mal. Pero si ya tiene la norma, la cumple y le reforzamos por ello su autoestima por conseguir cumplir las normas, crecerá.
  • Cuando el castigo y refuerzo es equilibrado. Castigas más de la cuenta, o siempre decir no, no ayuda a elevar la autoestima.
  • Sentir que tiene responsabilidades, que es parte de la familia y como tal debe colaborar, es vital para que su autoestima se desarrollo adecuadamente, la sobreprotección, no ayuda a aumentar la autoestima.
  • Cuando se le explica y no se le miente, cuando se razona el “porque” no puede hacer algo o ir algún sitio.

Todos/as intentamos aplicar todo esto en nuestros hijos/as, pero sé que a veces no lo conseguimos, por lo que no debemos sentirnos culpables, ya que somos humanos, y si no se nos ha enseñado a desarrollar nuestra propia autoestima, es difícil hacerlo en nuestros hijos/as.

Pero si lo hacemos más o menos bien,

¿Qué es lo que pasa para que nuestra autoestima en la edad adulta se eche por tierra?
Imaginemos una persona cualquiera y su mente trabajando a marchas forzadas. Pensamientos:

  1. “No sirvo para nada” primera creencia que fabrica esta persona.
  2. Empieza a sentir emociones y sensaciones físicas de tensión y pesar.
  3. Estas sensaciones y emociones dan con otro pensamiento: “Si no sirvo para nada, no merezco tener éxito”.
  4. Sensación de inseguridad, en todo lo que hace. Y una emoción de pesimismo invaden a esta persona. Además de empezar a sentir una falta de confianza en el mundo y en todas las personas que están a su alrededor.
  5. “Nunca lo conseguiré”. “Para qué seguir intentándolo”. “No merece la pena el esfuerzo”.
  6. Esta persona al dejar de intentar ir a por sus objetivos y metas, empieza a observar que alcanza menos logros, y tiene menos éxitos que el resto de personas que conoce.
  7. Su pesimismo hace que se deje influir por las personas que cree que tienen más éxito y son más felices. Y permite que se aprovechen de su debilidad.
  8. “Ellos/as siempre le sale todo bien, les odio”. Empieza a sentir envidia y rencor. Deseando que las cosas les salgan mal.
  9. “Soy mala persona por desear mal a otros, no merezco su amistad”
  10. Esta persona comienza a actuar sólo para agradar a las personas a las que el odia, pensando que así ganara su estima.
  11. Se mira en el espejo, y ¿Qué ve?, a una persona que sólo se da con el látigo del castigo, una y otra vez, y piensa “Si es que en realidad no sirvo para nada” volviendo a sentir pesar, tristeza, angustia, amargura, y volviendo a comenzar el círculo vicioso que produce la perdida de autoestima.

Independientemente que todos/as hayamos tenido una infancia emocionalmente estable, cualquier situación que esté fuera de nuestro control, o que rompa el equilibrio emocional, como por ejemplo un despido laboral, o bien estar en desempleo durante un tiempo prolongado, puede hacer saltar el enganche que mantiene sujeta la rueda del circulo vicioso y desatar todos estos pensamientos destructivos y emociones negativas llevándonos tener conductas de autocastigo.

Con las sesión de hoy el objetivo a alcanzar, es pararnos a reflexionar, si estamos con el círculo vicioso activado o por suerte lo tenemos en stop. Conocer como actúa nuestra mente, es el primer paso para reforzar nuestra autoestima.

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ESCRITO POR

Ana Mª Badiola Fdez. Licenciada en Psicología. Consultora, formadora y coach. Potenciar, desarrollar y guiar a aquellas personas que emprenden nuevos caminos.

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