Puede ser que te imagines a ti mismo como una persona fuerte y en profunda armonía con tus sentimientos.

Que te imagines consciente de tus emociones  y de las emociones de los de los demás.

También puede ser que, sientas que estás viviendo un guión escrito por otra persona, el cual no controlas. 

Es hoy y ahora el mejor momento para descubrir cómo liderar esa paleta de colores emocionales que tenemos. 

En este post me gustaría compartir la necesidad de ser más conscientes  de la oportunidad que tenemos ahora para aprender a liderarnos emocionalmente. El objetivo es liderar nuestras emociones en ningún caso liberarnos de ellas. 

Mayer y Salovey en el discurso de la conferencia sobre Inteligencia Emocional de Chicago en 1999 dijeron que:

“La Inteligencia Emocional, no es lo opuesto a la inteligencia, no es el triunfo de la mente sobre el corazón, es la intersección única de ambos. La inteligencia emocional combina emoción e inteligencia.”

Para conseguirlo emoción y pensamiento trabajan conjuntamente: la emoción ayuda al pensamiento y este puede usarse para evaluar las emociones y buscar el sentido que tienen. 

¿Para qué necesitas desarrollar tu inteligencia emocional?

El desarrollo de nuestra Inteligencia emocional nos da la capacidad de gestionar las emociones que activamos en cada momento, estrés, ansiedad, angustia, ira, rabia, impotencia, desesperanza.

Nos permite tener mayor destreza en la búsqueda de  soluciones en los desafíos que la vida nos pone por delante, aportándonos serenidad, una de las emociones esenciales para vivir nuestra vida con mayor calidad.

Otra cualidad que obtenemos desarrollando nuestra inteligencia emocional es aprender a automotivarnos, es decir, no esperar que algo pase para sentir motivación sino saber encontrar siempre en nosotros ese impulso que nos ayude a continuar.

Para buscar soluciones y ser habilidosos en resolver situaciones difíciles, necesitamos creatividad, nuestro liderazgo emocional nos aporta la cualidad de mantener activada nuestra creatividad, nuestro ingenio para ver posibilidades donde quizás antes no las veíamos.

Si queremos ser habilidosos en nuestra comunicación social, necesitamos aprender a conocer y liderar toda esa paleta emocional, ya que las emociones juegan un papel fundamental regulador en nuestra  interacción social.

Tus emociones te hablan, ¡escúchalas!

Hace tiempo que me gusta hablar de las emociones como  agradables o desagradables. El motivo es  haber descubierto que todas ellas son absolutamente necesarias en nuestra vida. Siempre me ha parecido curioso que las seis emociones básicas con las que venimos de serie, miedo, tristeza, ira, sorpresa, asco, alegría, sólo esta última sea esencialmente placentera.

Es por eso que la pregunta que nos hacemos sea, para qué necesitamos el resto si no son placenteras. La respuesta es que inclusos las más difíciles de sobrellevar son necesarias para nuestra supervivencia. 

Cuando nos empeñamos en no sentir una emoción que nos desagrada, en evitarla, huir de ella, como por ejemplo la tristeza, seguramente provoquemos el efecto contrario, le demos más fuerza, la hagamos más grande.

Es algo así como querer deshacernos de nuestra sombra ella siempre nos persigue, porque es parte de nosotros.

Todas nuestras emociones tienen una función, están para alertarnos de algo, para estar preparados, para hacernos descubrir aquello que no sabíamos, para decirnos ¡protégete! .

Todas las emociones tienen una función principal, que es hacer saber a los demás cómo nos sentimos. 

Además las emociones tienen una función reguladora en el comportamiento de los demás, ya que no reaccionamos de igual forma ante una persona que esta enfadada o una que está calmada . 

Para poder saber que me cuenta el miedo, la ira o la tristeza, necesito escucharlas, y necesito preguntarme ¿cómo puedo liderar esta emoción?.

El propósito es  es aprender a quedarnos el suficiente tiempo en cada una de las emociones más desagradables, para escucharlas y saber lo que puedo aprender de ellas. Después hay que dejarlas ir,  antes de que este tipo de emociones nos paralicen.

¿Cómo puedes desarrollar tu liderazgo emocional?

Conócete: dedica tiempo a saber quién eres, qué piensas acerca de ti. Sé que hay personas que esto de conocerse lo rechazan por creer que es una perdida de tiempo. Pero es sólo eso, la creencia de algunas personas con miedo a conocer aquello de sí mismas que quizás no les guste.  ¡Atrévete a conocerte!.

Hay un ejercicio que realizo con frecuencia para ayudar a las personas a iniciar su propio autoconocimiento.   Escribe la respuesta a esta pregunta ¿quién soy yo?, yo soy… Un ejemplo, Yo soy una persona a la que le gusta relacionarse mucho, yo soy demasiado impaciente, etc.  Una vez que tengas unos cuantos yo soy, puedes hacer esta pregunta a alguna personas cercanas a ti. De esta forma descubrirás, si lo que percibes acerca de ti es lo mismo que perciben los demás de ti.

Cultura emocional: para poder llegar a un buen autoconocimiento necesitas  ser una personas emocionalmente culta. Conocer bien tus emociones, sabiendo poner nombre a lo que sientes. Esto es esencial para desarrollar tu inteligencia emocional, ya que si no sabes que lo que estás sintiendo es decepción ¿cómo vas a poder gestionarla?.

Me asombra aún, encontrarme a tantas personas que no saben poner nombre a lo que sienten, al final llaman a todo alegría, o tristeza, y no perciben la inmensidad de colores emocionales que tiene su paleta. No todo es ira, a veces es rabia, o frustración, o desesperación. Saber distinguir lo que siento es el primer paso para poder saber cómo liderarlo. Un médico necesita diagnosticar lo que nos pasa para saber que tratamiento es el adecuado.  

Un ejercicio que realizo para desarrollar este aspecto es el siguiente: en un minuto ( sin trampas 😉 ) escribe todas las emociones que conoces. Una vez que lo hagas te animo a que busques y sigas rellenando lo que has empezado, te sorprenderá la cantidad de emociones y sentimientos que no identificabas como tales.

Vemos entonces como el conocimiento inteligente de nuestras emociones, propicia que estas emociones nos sirvan de brújula interna. Aprender a usar esta brújula de forma eficaz nos ayuda a sobrellevar los desafíos que la vida nos pone delante.

Un fuerte abrazo y un deseo, que comiences a liderar tu paleta de color emocional. No hay Magia, solo ejercitar todos los días nuestra inteligencia emocional para hacerla crecer.

P.D: Comparte tu opinión, y aporta tu valor.

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