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¿Cómo logro mantener mi concentración?

Todos hemos tenido días en que nos cuesta concentrarnos,esto influye en el rendimiento óptimo de nuestras actividades intelectuales. Pero algo de lo que ya en muchas ocasiones he hablado, es de que una gran mayoría de las cosas que hacemos las podemos controlar nosotros, es decir que nuestro cerebro está ahí para que seamos nosotros quienes lo dirijamos, podemos por supuesto, y no me cansare de decirlo, controlar nuestro cerebro. Para ello conózcamoslo mejor…

Hay muchas acciones que se pueden convertir en hábitos y esto se consigue practicando, ya sabemos que la “práctica hace al maestro”, pues interiorizar una acción para que se convierta en un hábito sólo es cuestión de repetirla muchas veces.

Cuando hablamos de gestionar nuestro tiempo para que esas 24 horas que tenemos rindan al máximo, hablamos de esos “Ladrones del tiempo” que son los que nos roban la concentración.

Cuando necesitamos concentrarnos para realizar una tarea intelectual nuestros pensamientos son los peores ladrones del tiempo pero seguro que ya estás pensando en el correo electrónico, o el teléfono que son distracciones externas que también nos roban nuestra concentración.

Dominar todo esto sólo es cuestión de aumentar el conocimiento de cómo nuestro cerebro trabaja mientras intentamos concentrarnos.

 

Sabemos que nuestro cerebro está dividido en dos hemisferios y cuatro lóbulos frontal, occipital, temporal y parietal.

¿Dónde se seleccionan nuestros pensamientos?

En nuestra pequeña corteza frontal, es donde nosotros nos ponemos objetivos, metas, tareas, planes. “Mañana tengo que ir a echar gasolina al coche”. Es aquí donde generamos nuestros pensamientos.

La corteza prefrontal nos da la capacidad de resolver problemas y de tomar decisiones. Como vemos aún siendo una pequeña parte de nuestro cerebro es una parte esencial para funcionar como seres humanos, pero no todo es perfecto y por supuesto también tiene sus limitaciones:

  •         No es capaz de manejar grandes volúmenes de información.
  •          No es capaz de retener información por mucho tiempo.
  •       Es costosa metabolicamente, es decir utiliza demasiada energía. El cerebro solo puede trabajar con la glucosa disponible en tu cuerpo.

 


Vamos a imaginarnos que el lóbulo frontal es como un muy pequeño autobús, que nunca está vacío pero en el cual caben muy pocos pasajeros.

EL autobús de la concentración

Voy a utilizar una metáfora que la autora del
Blog www.habitualmente.com Tania Sanz ha creado para explicar cómo funciona nuestro cerebro cuando trabajamos, y que me ha parecido muy buena y acertada.

Tú eres el conductor de ese autobús y los pasajeros son los pensamientos que tienen en su equipaje la información que necesitas para llevar a cabo una tarea concreta.

Para seguir con esta metáfora, supongamos que esa tarea determinada es conducir el este autobús de un punto a otro.

Para lograr llegar al otro punto son necesarias tres cosas:

  • Que los pasajeros (pensamientos) que tienen la información necesaria para cumplir la tarea permanezcan a bordo.
  • Que aquellos pensamientos que no son necesarios no suban a tu autobús.
  • Que el tanque de gasolina este lleno. Recuerda que este pequeño autobús utiliza mucha energía.

 

Aunque esto parece muy sencillo de hacer, nos surgen algunos escollos en el camino:

  • Los pasajeros que quieres que permanezcan a bordo, están bajándose constantemente del autobús. Obligándote a ti conductor a regresar por ellos para que vuelvan a subir.
  • Además de que estos pasajeros importantes están bajando, suben otros pasajeros (pensamientos) que no tienen la información que necesitas para cumplir tu tarea. Estos pasajeros hay que estarlos bajando del autobús para darle asiento a los que en verdad importan.
  • Tu tanque de gasolina se agota cada vez que avanzas, cada vez que se baja un pasajero importante y cada vez que sube otro pasajero.

 

Mantener a tus pasajeros importantes a bordo, se vuelve más complicado mientras pierdes combustible.

Esto está pasando en tu cerebro mientras intentas realizar alguna tarea importante. Tus pensamientos vienen y van. Tú haces todo lo posible por retener aquella información que necesitas para concluir tu tarea. Pero a tu mente llegan toda clase de pensamientos innecesarios que te obligan a perder la concentración y a disminuir tu rendimiento mental.

Lo ideal sería que pudieras concentrarte, manteniendo a solo aquellos pasajeros importantes a bordo hasta el final. Esto tendría grandes ventajas:

  • Terminarías eficazmente y efectivamente la tarea asignada
  • Ahorrarías energía lo que te permite realizar otras tareas

 

 

 

¿Y cómo puedo yo mantener mi concentración?

Tania Sanz ha explicado con esta metáfora el trajín que se trae nuestro lóbulo frontal mientras estamos en plena actividad de nuestro día a día, pero es real y estoy segura que te has visto indentificado/a.

Y como bien explica con esta metáfora Tania con tanto movimiento la gasolina de nuestro autobús se va agotando, y lógicamente sin energía es muy difícil que nos podamos concentrar.

Una opción que seguro estás pensando en ella es renovar tu energía alimentando este tanque con la glucosa que necesitamos, y es buena idea pero ya saber que la glucosa tiene que ser en su medida no podemos abusar de ella y además mientras trabajamos tampoco podemos añadir otra distracción más como comer.

Por tanto lo mejor es aprender a gestionar nuestro tanque de gasolina, administrándolo de mejor forma.

Estoy segura que tú ya conoces muchos de estos Tips que te voy a proponer:

  1.  Planifica: primero planifica las tareas que tienes que realizar, identifica bien las que deberías tener realizadas para el día.
  2. Proyecta: Algo en lo que insisto mucho cuando realizo talleres de gestión del tiempo, es en escribir aquello que hay que hacer, incluso el cómo lo pensamos hacer (el que inventó los Posit seguro que estaba planificando su día). Esto nos ayuda a dejar espacio ya que no tenemos que pensar más en ello porque ya lo tenemos escrito.
  3.  Prioriza: Aprovecha la energía primera para comenzar con aquella tarea que es más urgente o más importante. Y deja para el final aquella tarea más liviana y que menos concentración te requerirá.
  4.  Recarga: No intentes encender el autobús si no tienes gasolina no va a arrancar y si tiene poca no llegarás muy lejos. Si una tarea te roba toda tu energía, cambia a otra de las que tienes planificadas y que requiera menos concentración, como leer el correo. También puede ser un buen momento para tomarte un café o infusión, así estarás gestionando mejor tu tanque de energía.

 

Como ves con estos cuatro sencillos puntos tendrá el control de tu concentración, pero como siempre recomiendo esto no funciona si no se practica repetidas veces hasta que lo interiorices de tal forma que se convierta en un hábito diario para comenzar tu día.

El llevar una libreta, agenda o móvil donde apuntar tu plan del día no significa que no tengas memoria sólo significa que sabes cómo gestionar tu tiempo y tus “ladrones del tiempo”.

 

Gestiona bien tu tanque de gasolina y mantén alta tu concentración, estoy segura de que puedes hacerlo con éxito.

 



 

 

Imagen: Freedigitalphotos.net

Fuente: Tania Sanz. Habitualmente

 

 

ESCRITO POR

Ana Mª Badiola Fdez. Licenciada en Psicología. Consultora, formadora y coach. Potenciar, desarrollar y guiar a aquellas personas que emprenden nuevos caminos.

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